El romance de la música y la poesía

Transcripción textual de la Entrevista a Jamila Purofilin. Diario Clarín – Nota Julio Cortázar Songs.

La cantante cubana presenta desde hoy, en Buenos Aires, su disco «Julio Cortázar Songs». Un tributo musical.

Jamila Purofilin, nacida en La Víbora, en Cuba, encontró en el escritor Julio Cortázar la inspiración para llevar adelante, desde la poesía, un trabajo que reúne música con literatura. «Son mis dos pasiones», asegura la cantante que presentará en Buenos Aires Julio Cortázar Songs, un trabajo con ocho poemas del escritor como sentido homenaje al cumplirse los 100 años de su nacimiento, el 26 de agosto.

«Todo comenzó cuando, paseando por Santiago de Compostela, vi el libro Papeles encontrados, de Cortázar, donde está el poema Blues For Maggie, dedicado a la cantante cubana Maggie Prior (a quien conoció en 1936, en su primera visita a Cuba). Ese poema me pareció tan musical que fue leerlo y sentir que la música surgía de manera natural. Era poder rendir también un homenaje al poeta y escrito y también a esa cantante inigualable que fue Maggie», señaló Jamila, que venía de presentar en esa ciudad sus primeras composiciones.

Jamila Castillo (Purofilin es su nombre artístico) viene de una familia donde había mucha música: «Mi padre es un melómano, que pudo cumplir su sueño de tener su propi tocadiscos, un Sanyo, recién en 1972 y poder escuchar sus cientos de discos; tenía unos tíos percusionistas, otro tocaba el tres… en mi casa había mucha música». Cuenta que «en cuanto llegó la revolución mi padre se hizo maestro voluntario en las tareas de alfabetización y mis otros tíos trabajaban en la cosecha del azúcar», agregó.

En su juventud la música no era aún una prioridad y estudió dos carreas: física nuclear y una licenciatura en periodismo, en La Habana. En 1994 viajó a Buenos Aires para estudiar con Pino Solanas: «Hice un taller de actuación y de ahí partí para España, donde me iba a terminar quedando; hoy vivo en Santiago de Compostela, un lugar que definiría como esencialmente cultural».

Cuatro años después debutó como cantante en Madrid. Ella se enmarca en el llamado bolero filin (feeling), un movimiento que surgió en la trova cubana en los ’40. «Esa música habla de mi forma de sentir, de ahí que tomé el nombre para usarlo como propio».

Julio Cortázar Songs relata también el mundo de Jamila, en el que la trova se mixtura con sabores bolerísticos y un aire suavemente pop. «Fue un disco grabado en vivo (sin aplausos) y el aire general del trabajo muestra un recorrido libre, con atmósferas cambiantes que le dan frescura e intensidad, dos aspectos tan propios de Cortázar», concluyó la cantante.